Yo ¿estudiar?

-Si ya tengo trabajo, -No tengo tiempo, -Cuesta mucho dinero.

Pues les platico que yo tuve las mismas dudas que ustedes.

Empecé a trabajar recién egresada la de Universidad (Ibero, mi alma mater querida) y me enamoré de mi trabajo hasta convertirme en una workaholic hecha y derecha. En esa época me independicé, y comencé a vivir con mi roomie Caro.

Mi vida era básicamente trabajar y salir de fiesta; y aunque me cruzó por la cabeza estudiar una maestría, dejar de trabajar dos años y endeudarme estudiando no era una idea muy alentadora; así que deje ese idea fugaz y seguí con la vida que llevaba.

Después de unos años conocí al amor de mi vida, me casé, me embaracé y acabé viviendo en Sudáfrica por un tiempo (otra historia mágica que luego les contaré).

Regresé a México para dirigir SP-Marketing (Smile Pill), y nació mi segundo hijo, mi príncipe azul.

Tiempo después recibí una invitación para inscribirme en el programa de Alta Dirección Ipade AD 2015-2016. Tenía que asistir 2 días a la semana, eran 5 horas adicionales de estudio, 9 meses de programa……..   Terror, emoción, responsabilidad, orgullo, cuántas cosas pasaron por mi cabeza.

Al final acepté y recuerdo perfectamente ese primer jueves de clases, los 90 participantes muy arreglados, nerviosos y cuidando las formas, nada que ver con el último día de sesiones. Recuerdo las primeras clases donde pocos participábamos, obvio yo sí, ya les dije que no se callarme la boca y hasta el premio a la que más alega me gane.

Pasaron los meses y como en todas mis experiencias anteriores de estudio, surgió la magia.

Intelectualmente me volví a dar cuenta de lo poco que sé y lo mucho que me falta por aprender. Escuché opiniones distintas a las mías, opiniones enriquecedoras que me demostraron que hasta con caminos opuestos puedes llegar a un gran resultado.

Aprendí hasta finanzas, agradezco enormemente a mis dos profesores de dicha materia, Lorenzo Fernández y Oscar Carbonell, por su paciencia y dedicación.

Aprendí el verdadero significado de la responsabilidad, la verdad es que siempre he sido responsable pero aquí tienes que serlo aún más. Los compromisos familiares no cesan, el trabajo en SP Marketing no paró y adicional tienes nuevo amigos que te incitan a vivir la buena vida. Sin duda tienes que hacer sacrificios, olvidarte de la siesta del domingo por la mañana para leer casos y dejar de ver tu serie favorita por la noche para tomar esas hojas blancas y seguir leyendo. Pero lo que obtienes es el claro ejemplo de que lo que uno quiere, se logra.

Sin duda lo más importante de volver a la escuela son las experiencias y los amigos. Estudiar te vuelve a hacer sentir joven, no es que no lo sea, de hecho mi apodo en el IPADE es Millennial, pero que a los 35 años te vuelvas a sentir de 18 es maravilloso.

Que tomando una copa de vino transcurran las horas como cuando no tenías ninguna responsabilidad, o que puedas compartir y escuchar historias íntimas de amor o de terror, no tiene precio.

La decisión de escribir este Blog fue tomada en parte, gracias a uno de estos grandes amigos, que husmeando mi cuaderno, leyó relatos que luego me da por escribir y me animó a hacerlo de manera pública.

Y pues resulta que le hice caso y aquí estoy, porque lo más bonito de los amigos es escuchar sus consejos y lo más bonito de la escuela es saber que hay mucho más que aprender. Nunca es tarde para encontrar grandes amigos.

¡Abiertamente les recomiendo volver a la escuela!

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compañeros IPADE